miércoles, 27 de febrero de 2013

Los componentes de un reloj...


Un reloj mecánico simple se compone de aproximadamente 130 piezas. Los relojes más complicados pueden contener cientos de piezas individuales. El ‹Calibre 89› de Patek Philippe es probablemente el reloj más complejo que jamás se haya producido: contiene un total de 1.728 componentes.

Un reloj mecánico sencillo se compone de las piezas siguientes

•El muelle, pone el reloj en marcha
•El volante del muelle espiral, oscila y permite que el reloj funcione debidamente
•El escape, distribuye los impulsos del oscilador
•El tren de engranajes, transmite la fuerza
•El muelle real o la polea de pesa
•El rodaje de minutería, activa la aguja


Complicaciones

Una esfera compleja no indica «sólo» la hora, ofrece mucha información más. Estas informaciones adicionales se llaman complicaciones. Complicaciones comunes son, por ejemplo, la indicación del día de semana, el mes y el mecanismo de un cronómetro; sin embargo, el carillón ya es una pieza mucho más artística. Un reloj que reúne todos estos elementos y aun complicaciones astronómicas (y mucho más), se designa como reloj con grandes complicaciones.
El reloj de bolsillo probablemente más complicado del mundo es el Calibre 89 (reloj de bolsillo Grande Complication) de Patek Philippe que reúne 33 complicaciones. Tiene un calendario eterno, 24 agujas y varios timbres mecánicos, además indica la hora exacta de la salida y de la puesta del sol, las fases lunares y la fecha de Pascua. Este reloj excepcional fue creado con ocasión de la celebración del 150º aniversario de la empresa Patek Philippe. Existen solamente cuatro copias de esta joya sin par del arte relojero. En una subasta celebrada en Ginebra en 2004, se vendió un Calibre 89 por el precio increíble de 6.6 millones de francos suizos.

El reloj de pulsera de fabricación en serie más complicado y más caro (limitado a 30 ejemplares) es Blancpain 1753, que integra 740 componentes. Cada reloj fue regulado por separado, fabricado y decorado a mano. Algunas piezas no son más gruesas que un pelo humano; sólo pocos relojeros dotados son capaces de dominar estas dificultades. Para fabricar un reloj Grande Compliance se necesita un año entero.

A lo largo de los siglos, los relojeros han refinado el arte de las complicaciones, llevándolo a precios casi inimaginables. Uno de los relojes más famosos es el «Marie Antoinette» del gran relojero helvético Abraham-Louis Breguet (1747-1807). Este reloj se fabricó por encargo de la reina Marie Antoinette en 1783 y tenía que estar equipado con todas las complicaciones (una elegante esfera de esmalte, cristal de roca, todas las piezas de oro en lugar de acero y latón, etc.). La fabricación de este reloj excepcional fue tan compleja que el mismo Breguet no llegó a vivir la finalización de la obra. Y Marie Antoinette ya había muerto en la guillotina cuando el reloj relumbró por primera vez en todo su esplendor en 1827.
El prácticamente invendible «Marie Antoinette» cambió muchas veces de propietario. En abril de 1983 formaba parte de la colección de Sir David Salomon en el Meyer Memorial Institute de Jerusalén, donde fue robado durante los días de Pascua. Desde entonces se desconoce el paradero de este tesoro.
Nicolas Hayek, cuyo imperio relojero posee actualmente los derechos de la marca Breguet, decidió reconstruir el «Marie Antoinette». Durante casi tres años, diez relojeros fabricaron una reproducción idéntica al original basándose en fotos. En el salón de relojería  Baselworld 2008, Hayek presentó con orgullo la obra de arte.



jorgeajh


martes, 15 de enero de 2013

Mas de relojes...y natación


Hablemos mas de  relojes!!!

Primeros cronómetros
Hasta el siglo XIII hubo muy pocas posibilidades para medir el tiempo. Se observaba la altura del sol o se medía el tiempo con la ayuda de relojes de agua o arena.

Un hito en la historia de la cronometría se produjo con la comprensión de que el tiempo se podía dividir en intervalos mensurables. Los primeros relojes mecánicos fueron desarrollados en torno al año 1300 en Italia, pero su precisión dejó mucho que desear durante los siguientes trescientos años. Fue todavía en el siglo XV cuando la noción «hora» empezó a cobrar sentido como intervalo temporal exacto. Los conceptos «minuto» y «segundo» empezaron a difundirse todavía en el siglo XVI.
Oscilaciones
Todos los relojes modernos hasta el reloj atómico, que mide el tiempo con un margen de error de un segundo en 30 millones de años, funcionan sobre la base de la oscilación. El oscilador es un instrumento que oscila con una velocidad regular. Este movimiento regular divide el tiempo en segmentos contables.

El ejemplo más conocido es el péndulo que fue creado por los relojeros para contar las unidades del tiempo (en la mayoría de los relojes de péndulo oscila una vez por segundo). El tiempo de la oscilación depende de la longitud del péndulo.

Relojes mecánicos
Para las pulseras había que buscar una alternativa a los grandes y pesados péndulos. En un reloj mecánico, un juego de ruedas impulsadas hace que oscile el muelle. El movimiento de las ruedas es bloqueado en intervalos regulares lo cual garantiza que la oscilación sea regular.
El engranaje tiene una doble función: controla la frecuencia de la oscilación e impulsa las agujas del reloj.

Relojes de cuarzo
En los relojes de cuarzo hay un cristal de cuarzo que oscila en un campo magnético. La alta frecuencia de la vibración hace posible una indicación exacta del tiempo, el margen de discrepancia no sobrepasa un minuto al año. El cuarzo se mueve dentro de un circuito eléctrico en el que se regula la frecuencia de su oscilación.
El cuarzo se descubrió a finales del siglo XIX y fue utilizado a veces en los aparatos radioeléctricos, pero los primeros relojes de cuarzo no se fabricaron hasta 1960. Antes no era posible fabricar mecanismos tan diminutos que podían ser utilizados en los relojes de pulsera. La energía para los relojes de cuarzo la proporcionan pequeñas pilas que suelen tener una duración de varios años.
Relojes atómicos
En los relojes atómicos oscilan los átomos cesio 133. La ventaja de los átomos radica en la rapidez y regularidad de su oscilación. A diferencia de los cristales de cuarzo, los átomos no son sensibles a influencias externas como por ejemplo los cambios de temperatura.

lunes, 7 de enero de 2013

I´m back

Hola...he estado muy ocupado, por puras buena razones, que no me han permitido ser constante con la redacción de este blog, probablemente fui ambicioso tratando de escribir a diario, pero bueno el intento hice, espero retomarlo y que al menos una vez a la semana pueda estar en contacto con ustedes por este medio.
Hablando de la natación, ya paso el Campeonato Nacional de CC, que es donde se hace el ranking para la Olimpiada Nacional, y la verdad es que a la Gueris y a Pia les fue espectacular, de manera  “undercover” tuvimos acceso al Pre Ranking y van cada una a 8 pruebas más los relevos, el evento será en abril en Tijuana BC. Ya les cuento como les va…

Como equipo simplemente espectacular, el equipo del CDOM a cargo del Dr. Ricardo Marmolejo, lleva mas integrantes a este evento que en la edición 2012, para esta edición vamos con 10 nadadores.

Regresando y retomando donde me quede, donde hablaba de una de mis grandes pasiones; los relojes, lo retomo y les comparto:

Introducción

Calidad, precisión, singularidad, constancia, tradición, diseño, innovación... No faltan cualidades para describir la versatilidad de la industria relojera suiza. Produce instrumentos de cronometraje pequeños y ultracomplejos — la mezcla perfecta de conocimientos tradicionales y tecnología moderna.
El prestigio de los relojes suizos se mantiene ya desde hace casi medio milenio. La tradición comenzó en Ginebra y se extendió rápidamente a la entera cordillera del Jurá. Aún hoy, gran parte de la producción se concentra en los cantones de Neucastel, Vaud, Jurá, Berna, Soleura y Basilea. Hubo momentos difíciles, tiempos de inestabilidad política, de competencia dura, de procesos laborales problemáticos y fragmentados. Sin embargo, el tiempo de la industria relojera suiza nunca se paró.

Las innovaciones técnicas y creativas permanentes permitieron a Suiza mantenerse en la puntera del desarrollo. Hay relojes para cada gusto y cada cartera: desde el reloj de plástico barato de producción en serie hasta las obras maestras de la relojería con bordes de oro y diamantes. La oferta es completa, la calidad reconocida.
Los relojes suizos son un producto popular en todo el mundo desde siempre. El 95% de los relojes «fabricados en Suiza» están destinados a la exportación; la industria relojera es, por tanto, un sector clave de la economía nacional de exportación.

El tiempo pasa inexorablemente... Es una fascinación que motiva a los relojeros suizos a mejorarse constantemente. Aguantan las crisis y las competencias para rendir homenaje al tiempo y captarlo cada vez en nuevas formas y moldes —aunque sólo sea de manera fugaz.